domingo, 25 de marzo de 2018

Escuchando al cuerpo: Fibromialgia.

El pasado día 19 de marzo retomamos los seminarios del Grupo de Investigación en Neurociencia Clínica de Madrid (GINC-CAM).

De la mano del neurólogo José Mª Gómez Argüelles y el psicólogo clínico Javier Ramos García nos adentramos en el rompecabezas que supone para los clínicos la palabra Fibromialgia y el sufrimiento de quienes la padecen.



Un trastorno, o enfermedad, o malestar (según se quiera denominar) sin pruebas diagnósticas claras ni tratamiento suficientemente efectivo. Cada vez más publicaciones científicas abordan la Fibromialgia, a la que se le reconoce una incidencia creciente en cuanto a costes directos e indirectos para la población. Sin embargo, por la frustración que genera tanto en quienes la sufren como en quienes la tratan sin mucho éxito, acaba frecuentemente mal atendida o desamparada, a menudo evitada por medio de la derivación al enésimo especialista.

Un cuadro clínico que va mucho más allá de los síntomas clásicos del dolor y la fatiga para pasar a abarcar en sus nuevas conceptualizaciones todo tipo de aparatos y sistemas afectados (alteraciones del sueño, de la memoria, del ritmo intestinal, calambres...) y sin asociar necesariamente síntomas de ansiedad ni depresión.

Surge la propuesta: podría tratarse de un Síndrome de Sensibilización Central, con grandes similitudes con el Síndrome del Colon Irritable, la Cefalea Crónica Diaria, el Síndrome de Fatiga Crónica... Dichos síndromes podrían tener una fisiopatología común, que comprendería alteraciones en el eje formado por el sistema nervioso, el sistema inmune y el sistema endocrino, todos ellos implicados en la señalización y defensa ante agresiones en cualquier región del organismo.


En el caso de la Fibromialgia podría existir una hiperactivación aferencial, una hipersensibilidad ante estímulos que justificaría la alodinia, el dolor "cuando no toca", a través de fenómenos de facilitación o sumación neurofisiológica (kindling), dando pie a lo que podríamos entender como un "síndrome de permeabilidad global" a estímulos externos e internos.

En este sentido apuntarían algunos estudios de neuroimagen que encuentran hiperactivaciones regionales e incrementos del flujo de información en la tractografía de pacientes que padecen Fibromialgia, en comparación con controles sanos.

La Estimulación Magnética Transcraneal de bajo campo, de aplicación holocraneal, podría ser un tratamiento que aporte cierto alivio a un porcentaje de pacientes (en torno al 50%), si bien todavía no sabríamos diferenciar a cuáles a priori. Van surgiendo ensayos clínicos al respecto que avalarían su aplicación en el entorno sanitario público.

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En segundo lugar, el dolor es un clamor. Lady Gaga reconoce en su cuenta de Twitter padecer Fibromialgia. Las consultas se llenan de pacientes que traen padecimientos corporales y dolor, pero que demandan ayuda psicológica. Se trata de un leitmotiv que resuena con el periodo finisecular que vino a alumbrar el psicoanálisis a través del tratamiento de la histeria charcotiana.

La clínica de la escucha nació precisamente cuando se dejó de mirar a los síntomas para comenzar a prestar atención a lo que los pacientes tenían que decir. "Mi cuerpo es un micrófono", afirma Lady Gaga a sus 31 años. El cuerpo expresa lo que no ha sido puesto en palabras. De ahí el vínculo entre fibromialgia e histeria: la tramitación del sufrimiento emocional a través del cuerpo. Esto genera un modo específico de relación centrado en las sensaciones físicas. La demanda surge, pero puesta en otros nombres. Se suceden los equívocos.

El rótulo diagnóstico, desde el punto de vista médico, es muy anhelado por los sufrientes, pero siempre a costa de un riesgo no menor: acabar atrapados en una trampa identitaria. A veces una palabra, un diagnóstico poco contextualizado, deviene cárcel para la subjetividad.

Podríamos hablar de Síndromes Somáticos Funcionales, la Fibromialgia entre ellos. El concepto de trauma psiquico es fundamental para explicar el origen de este tipo de padecimientos. Del "ich glaube an meine neurotica nicht mehr" de un Freud desengañado pasamos a comprender que las disrupciones tempranas del apego son suficientemente desafiantes como para generar distorsiones en la autorregulación emocional. Por un lado es tremendamente abundante la presencia de abuso, maltrato y negligencia en este tipo de pacientes. Por otro lado los estilos de apego y la capacidad de mentalización van a marcar la diferencia entre la resiliencia y la psicopatología.

Incluso entendiendo esto, los clínicos percibimos que nos encontramos ante pacientes que generan emociones muy complejas, que resultan "difíciles de tratar", que tienden a activar actitudes defensivas y hostiles que agravan su devenir. Tiene esto que ver con estrategias vinculares desadaptativas, secundarias a su carga alostática por la disrregulación emocional. En ocasiones desactivan la búsqueda de apoyo, negando sus propias necesidades afectivas y convirtiéndose en cuidadores del otro. En muchas otras se produce lo contrario y aparece una demada masiva (normalmente dirigida al ámbito sanitario) que refleja un estilo de apego ansioso-resistente, normalmente condenado a la frustración.

Sería clave en estos pacientes trabajar para reconstruir la capacidad de mentalizar, es decir, pensarnos a nosotros mismos y a los demás en términos de estados intencionales. En el caso de la fibromialgia tiende a encontrarse un perfil mentalizador particular: predominio del modo automático (rápido, implícito, irreflexivo), con foco en la cognición (en detrimento del mundo afectivo), con tendencia a centrarse más en el otro que en uno mismo y con una marcada preferencia por lo externo y tangible (la prueba médica, el contacto físico, el fármaco).

La verdadera escucha puede arrojar luz sobre las relaciones entre circunstancias vitales adversas y vulnerabilidad, al mismo tiempo que promover una flexibilidad adaptativa mentalizadora que tal vez le arrebató, hace demasiado tiempo, el infortunio.

@JCamiloVazquez

viernes, 2 de marzo de 2018

Próxima reunión: fibromialgia


Este mes de Marzo retomamos las reuniones del Grupo de Investigación en Neurociencia Clínica de Madrid (GINC-CAM).

Abordaremos la fibromialgia una categoría controvertida, pero de importancia capital tanto por el desafío clínico que representa como por sus implicaciones culturales y discursivas en esta sociedad del cansancio (Byung-chul) en la que habitamos.

El Neurólogo José Mª Gómez Argüelles, responsable de la unidad del dolor del Hospital Quirón Pozuelo y coautor del documento de Consenso Interdisciplinar para el tratamiento de la fibromialgia, nos actualizará las hipótesis etiológicas más recientes desde el ámbito de la neurobiología, así como los avances a nivel diagnóstico y terapéutico.

Javier Ramos García, Psicólogo Clínico en la Unidad de Psicoterapia del Hospital 12 de octubre de Madrid, con amplia experiencia en el abordaje individual y grupal de malestares ubicados en el cuerpo, nos hablará acerca de su experiencia clínica y las implicaciones que representan los cuadros de dolor crónico en el imaginario y discurso social actuales.

¿Cuándo? --- lunes 19 de marzo, a las 18h
¿Dónde? --- Calle Bárbara de Braganza, 10. 1º izquierda (parada de metro Colón o Chueca. Cercanías: parada Recoletos).
Entrada libre hasta cubrir aforo.

¡Os esperamos!