martes, 25 de octubre de 2016

Sobre la creatividad (II)

El mes de octubre lo dedicamos a profundizar en lo que pueden aportar las neurociencias al estudio de la creatividad.


Guiaron la discusión los psiquiatras y psicoterapeutas J. Camilo Vázquez y Olga Bautista, planteando en primer lugar el análisis de una de las definiciones operativas de creatividad (De Souza et al, 2014): la capacidad de generar productos mentales novedosos y útiles.


Esta capacidad sería congruente con el alto índice de encefalización que caracteriza a la especie humana, el cual se ha relacionado con la capacidad para adaptarse de forma versátil a condiciones ambientales múltiples y cambiantes.


El ambiente en el que aplicar dichos productos mentales sería de especial importancia para la definición pues, como veremos, la novedad aludiría a la frecuencia con la que dicho producto ha aparecido, pero la utilidad es altamente dependiente del contexto. En el caso humano dicho contexto se encuentra altamente mediatizado por la cultura, introduciendo nuevas interpretaciones de la creatividad y condicionándola como un valor en sí mismo.


Hemos discutido de nuevo qué es la creatividad, reinventando la idea que teníamos de la misma, a la vez que nos enriquecíamos de las ideas de los demás, ¿cómo llegar a ella? ¿se trata de un producto mental? ¿qué la favorece? ¿qué la define? ¿qué no es creatividad? ¿es la utilidad de la idea creativa una condición sine qua non? ¿es siempre positiva, adaptativa? En este debate se planteaba si una persona con psicopatología puede ser creativa en la manera de activar una respuesta de su entorno con el objetivo (inconsciente) de ser ayudada, sin embargo ¿es eso creativo? ¿debe ser consciente e intencionada la creatividad? ¿que sustento biológico tiene?

Helicóptero- tornillo aéreo- diseñado por Leonardo da Vinci

A lo largo de la historia siempre se ha indagado acerca del misterioso origen de las ideas, especialmente las consideradas más valiosas o novedosas (hoy diríamos disruptivas). Para buscar más información acerca de este origen, se han seguido diferentes caminos:
  • La investigación intuitiva tendría que ver con la investigación generada por artistas, escritores, filósofos... que podían atribuir su inspiración a su musa o cualquier elemento externo que favoreciera esos momentos que hemos dado en llamar "momentos Eureka". Son las ideas surgidas de la mente de un genio en el Romanticismo.
  • La investigación científica pretende demostrar la secuencia de hechos que nos lleva a generar ideas genuinas. En el campo de la Psicología se han estudiado los rasgos de la personalidad o las series de casos, en el campo de la neuroimagen funcional se pretenden relacionar funcionamientos de circuitos neurales con la generación de diferentes soluciones a un problema.

Se han utilizado diferentes modelos de estudio tanto en personas a priori sanas como en procesos patológicos:
  • Lesiones neurológicas: el caso de Phineas Gage nos ilustra de como una lesión concreta de una región cerebral puede darnos mayor conocimiento acerca de la función de este área.
  • Las alteraciones mentales de tipo psicótico (de las que Joyce podría ser un ejemplo) o de tipo neurótico (de las que Kafka hace gala en algunas de sus novelas). 
  • Los estados alterados de conciencia generados por sustancias psicodélicas (THC, OH, LSD...) o fármacos- los más conocidos son los prodopaminérgicos (bupropion, selegilina, bromocriptina, metilfenidato...)- han generado nueva información que permite entender mejor este proceso mental que hemos dado en llamar la creatividad.
  • Nos hemos preguntado por las pruebas psicométricas que miden la creatividad, ¿que valoran estas pruebas?

Camilo y Olga nos ha ido guiando por diferentes áreas cerebrales, circuitos neurales y redes que se activan o inhiben para generar hipótesis de qué puede ocurrir en nuestro cráneo a la hora de tener una idea que podríamos clasificar como creativa. Tornando la discusión hacia una base más neurolobiológica hemos tratado de entender que papel tiene la lateralización hemisférica, hemos hablado del cerebro escindido y de la integración interhemisférica. En todo este maremagnum de células, de potenciales de acción, de consumo de glucosa diferencial en un determinado área cerebral o de datos recogidos en la magnetoencefalografía; hemos acabado convergiendo en el papel central de la corteza cerebral prefrontal. A este nivel parece claro que se condensan las elaboraciones previas de las estaciones de integración multimodal para concretarse en nuestras funciones ejecutivas o en una desinhibición, dando como resultado la acción/ inhibición de una acción (medida efectiva).

Craneo de Phineas Gage al morir





corteza cerebral frontal










Hemos recordado conceptos útiles para entender como la alternancia entre la red neural por defecto y la red de control ejecutivo permiten llegar a soluciones creativas, siendo lo fundamental esta alternancia, no tanto la predominancia de una red sobre la otra. Olga y Camilo no han querido dejar en el olvido la parte crítica del concepto creatividad y las consecuencias que puede acarrear, así hemos intentado realizar un análisis del concepto inserto en su contexto. En una cultura con discursos en conflicto constante, donde la creatividad se valora como positiva en el discurso dominante, sin embargo ¿y si la idea creativa no me sirve, me hace perder tiempo o una oportunidad? ¿No será esto que llamamos creatividad la parte de acierto de un proceso de ensayo/error? Tendemos a asociar la creatividad a progreso, tecnología, riqueza...pero, ¿no es igualmente sinónimo de inestabilidad, inadaptación, estigma...? Vivimos en un capitalismo de ficción en el que solo se valora el producir ideas creativas sin importar para qué, a veces podemos caer en un crear por crear, creyendo que creamos cuando lo que hacemos es generar contenidos vacios, insignificantes, erróneos o problemáticos. Nos hubiera gustado ahondar más en la creatividad del individuo frente a la homogenicidad del grupo y en cómo, de manera aparentemente contradictoria, los grupos pueden llegar a soluciones creativas que el individuo no alcanza a representarse mentalmente. Y hemos acabado encantados, no sin cierta zozobra por la complejidad de la tarea, de poder mantener, cuidar y re-crear contextos creativos como el que consideramos que hemos tenido esta tarde de octubre y con el que esperamos estimular el crecimiento del grupo para generar mayor conocimiento.

Os dejamos algunos apuntes bibliográficos y un vídeo sobre lo aquí hablado, esperamos que os puedan servir de inspiración:
    - En este vídeo Vincent Walsh explica los beneficios de la creatividad y su efecto sobre el cerebro en desarrollo (se puede subtitular en castellano).

    - En este artículo se disecciona el papel del lóbulo frontal en la mente creativa.

    - En este otro artículo se pone el foco en las bases biológicas y neurológicas de la creatividad y el arte. 

    - En esta aportación se analiza la relación entre trastorno bipolar y creatividad.

    domingo, 16 de octubre de 2016

    Sobre la creatividad (I)

    Dedicamos el mes de septiembre a la creatividad.

    Dra. Helena Trebbau
        Helena Trebbau, psiquiatra y psicoterapeuta, nos hizo llegar un texto del psicoanalista Donald Winnicott a propósito de su concepto de creatividad y su papel en la vida de las personas. Este texto ha servido como punto de inicio para preguntarnos ¿cómo casan el psicoanálisis relacional y las neurociencias? Un breve pero interesantísimo repaso histórico y biográfico nos ha llevado, desde la individualidad del modelo intrapsíquico freudiano hasta la eclosión de la vertiente más abierta al papel de los otros.

         Para Winnicott no hay desarrollo mental sin la presencia del otro, y en ese sentido la díada materno-filial va a ser de especial importancia. Es a través de las experiencias relacionales tempranas con esta figura materna que se creará el vínculo, así como los modelos de conductas de apego que seguirán resonando a lo largo del resto de la vida. Si la calidad de las relaciones tempranas es lo suficientemente buena, el individuo podrá adquirir una seguridad basal que le permitirá acceder al mundo de la fantasía, la imaginación y los juegos, pero con la capacidad de retornar cuando sea necesario, amoldándose al principio de realidad.

        La creatividad, según Winnicott, sería "el hacer que surge del ser". Es decir, una forma de actuar que permite desarrollar la potencialidad del individuo, dotándole de una cierta libertad y confiriéndole la particular sensación de "estar verdaderamente vivo". No hacerlo también nos permite vivir, pero de una manera más refleja, zarandeados por las circunstancias o los obstáculos.

    Fuente: http://www.azquotes.com/
        Han ido surgiendo diferentes conceptos a medida que profundizábamos en el texto: el apego, la teoría de la mente y, cómo no, ¡nuestras queridas neuronas espejo!... De alguna manera, las intuiciones y desarrollos teóricos del psicoanálisis relacional habrían encontrado un importante asidero en el descubrimiento de Rizolatti. Por primera vez había una demostración fehaciente de que existen mecanismos destinados a la sincronización entre individuos. Si esta sincronización podía darse a nivel motor, parecería lógico pensar que algo similar ocurriría a nivel emocional, dando pie a nuestra capacidad de sentir con los demás (simpatía), comprender sus emociones (empatía) o teorizar acerca de lo que tienen en mente (teoría de la mente).


        Hemos concluido que la definición de Winnicott de la creatividad tiende un puente capital hacia las neurociencias: es la base segura construida a través de un "vínculo suficientemente bueno" lo que permite desarrollar esta potencialidad "que hace que valga la pena que la vida sea vivida". Ahora bien, su concepción puede pecar de difusa, y es hija sin duda de las teorizaciones en torno al eros/thanatos o pulsiones de vida y muerte, una de las cuales Winnicott rechazaba. No es un dato menor el que la madre del propio Winnicott hubiera padecido frecuentes episodios depresivos, de los que su hijo trató de rescartarla sin éxito siendo niño. Ser testigo de esa "muerte en vida" sin duda influiría en la fuerza con la que 2 años antes de fallecer él, Winnicott sentenciara que la creatividad era la respuesta, lo opuesto, o lo que podía echarse en falta más que cualquier pulsión de muerte.


        Hemos planteado que el concepto de creatividad actual está generalmente relacionado con mecanismos cognitivos, bien orientados a la resolución de problemas (pensamiento lateral o divergente), bien con el desempeño artístico (la búsqueda de la inspiración, de la creación original).

      Los buscadores tradicionales de la creatividad habrían sido, desde siempre, los artistas. En sus pesquisas nos habrían dejado un gran reguero de anécdotas personales, manías incorregibles, lemas y supersticiones. Posteriormente la psicología ha querido encontrar las fuentes de la creatividad diferenciando cómo piensan los niños y cómo lo hacen los adultos. Qué papel tiene la enfermedad mental. La eterna pregunta de si hay relación positiva entre genio y locura. La neurociencia hoy nos brinda modelos que tratan de desentrañar el papel de la red neural por defecto, por qué determinados elementos de "ruido mental" pueden llegar a actuar como facilitadores (un leve ruido continuo, música, ducharse, caminar...) Cómo se integra lo que vamos conociendo de las diferentes funciones mentales en lo que llamamos creatividad.

    El paseo del filósofo, en la ciudad japonesa de Kyoto. Existe otro philosophenweg en la ciudad alemana de Heidelberg. Desde que existe la búsqueda de ideas muchos han sido los pensadores que han buscado la inspiración a lo largo de incesantes paseos. Los peripatéticos de Aristóteles, Immanuel Kant o David Hume, entre otros, nos recuerdan el efecto renovador que tiene una actividad aparentemente monótona sobre nuestras ideas.

        Cuando ya nos quedaba poco tiempo hemos reflexionado sobre las influencias sociales sobre lo que denominamos creatividad. ¿Puede permitirse la creatividad quien bastante tiene con sobrevivir en el día a día? La palabra creatividad (con sus connotaciones actualmente positivas) ¿hace siempre justicia a lo que contiene o podemos ser creativos de forma dolorosa y autodestructiva?

    Otras preguntas quedaron en el tintero:

    ¿Somos creativos tan solo los humanos o pueden serlo también los demás animales?
    ¿Qué relación hay entre creatividad y la vivencia de la temporalidad?
    ¿Es posible que el valor creatividad se ensalce como parte de la actual fase de capitalismo de ficción, en que más que productos debemos producir y consumir ideas y servicios inmateriales?

    Esperamos vuestras reflexiones y comentarios.